domingo, 18 de noviembre de 2007

El tuerto. 18: Premoniciones.

Poco después me doy cuenta de que estoy teniendo extrañas manías y obsesiones. Me da por fijarme en las matrículas de los coches, sumar sus números y ver significados ocultos y premoniciones en ellas. Al principio lo hago mecánicamente, sin pensar, como un juego, un entrenamiento mental. Normalmente me sucede cuando estoy “trabajando”; si la matrícula suma diez, o incluye el diez, me detengo y desisto de entrar en la tienda o supermercado en el que pensaba colocar el próximo billete. Me digo a mí mismo, “si entras ahí te pillan, terminas preso”. En cambio si la matrícula suma cualquier otro número, no hay peligro, y me digo “tranquilo, todavía no ha llegado tu momento”.

Una de las manías que más me molestaba era que a veces me costaba horrores tomar una decisión en cosas aparentemente triviales, como escoger una espuma de afeitar, o una marca de cuchillas. Podía pasarme horas valorando y sopesando con cual me afeitaría mejor, más apurado, pero cual me dejaría la piel más suave, o con cual tendría más riesgo de cortarme, y qué cuchilla duraria mas tiempo, y si la diferencia de precio compensaba, y así hasta el infinito. Me irritaba conmigo mismo por derrochar el tiempo en esas tonterías, y sin embargo mientras estaba pensando no me daba ni cuenta, perdía totalmente la noción.

Una noche, estoy en mi buhardilla escuchando una cassette de música clásica después de un largo día de trabajo. Me preparo un Whisky con hielo mientras comienza a sonar la séptima sinfonía de Anton Dvorak; mi mente se divide en dos, entre lo que escucho y lo que pienso.
"Primer Movimiento.
Primera melodía: entra la cuerda baja, es dramática, tenebrosa, con aire de misterio. Se repite, va creciendo hasta que responde la flauta, con variaciones. Tercia el violín, repite. Rompe la orquesta, estruendo, percusión, repiten flautas, sostiene... se enlentece..."

"Pienso, DOSTOYEVSKI. EN APUROS.
Un susurro ha desvelado el secreto, y éste ha escapado por su cuenta, ha corrido de boca en boca transformandose en algo horrible que ha sucedido y la gente se pregunta ¿Porqué, cómo, quién? Todo el mundo se pregunta porque todo el mundo se lamenta..."

"Segunda melodía: lento, flauta y violín; es una melodía nostálgica con tonos de alegría. Como un trino que se va haciendo grave, maduro, sereno."

"Pienso: Y es así, mas de nada sirve lamentarse. Es así, as- así, ase-sino.
Y debes cumplir tu autocastigo hasta la última gota. Dostoyevski."

"Se repite la primera melodía, con variaciones, se enlentece, casi se apaga. Entra suave el violín con la segunda. Se cruzan las dos melodías. Reaparece la primera con variaciones al violín, se repite acompañada de tambores, con estruendo. Vuelve la segunda, suave, flauta, violín, violoncellos, se va haciendo seria, sin llegar a dramática, se apaga. Entra la primera, un fortísimo, se vuelve alegre, casi un himno, se repite la primera suave, con la flauta hace variaciones, se apaga en el violoncello."

"Mis pensamientos se separan totalmente de la musica. Así, así. Goza, culpable, con tu tormento que es tu liberación, igual que gozaste con tu culpa, que era tu prisión.
Baila alegremente a pesar de todo.
Un baile, la vida es un baile de...máscaras.
Mozart es la belleza, pero Beethoven es la fuerza. La insinuación de que hay muchas tareas anónimamente heróicas por realizar."

"Segundo movimiento.
Empieza con una marcha (1ª), flauta punteada por violoncello, repite con variaciones, repite alternando violín y cuerda baja, se va transformando progresivamente hasta convertirse en melodía (2ª).
...Me pierdo..."

"Así que, ¿qué haces escuchando esto?
Si sabes que la odisea nunca termina, tan sólo llegas a un oasis.
...Perdido, siempre perdido, condenado a vagar..."

Tengo que parar la musica porque no soporto más la angustia que me produce.
Esa misma noche pienso seriamente dejar el asunto de los billetes. Pero antes de abandonar un negocio tan suculento, por si acaso todo es un producto de mi mente agotada, busco una confirmación exterior. En mi proximo viaje a Londres haré una consulta con mi lectora de tarot y después iré a hablar con Parrot y el resto del grupo.

6 comentarios:

Hisae dijo...

Cada vez me impresiona más el personaje de Jonny El Tuerto. Un joven criado en un hogar de padre alcohólico, dedicado desde bien pequeño a medianos hurtos, lanzador impecable de su navaja con los consiguientes asesinatos, y es un avispado lector de Patricia Highsmith o adepto a la séptima sinfonía de Anton Dvorak...
Me fascina Joseph. Me gusta mucho.
Sigo atento...
¡Abrazos!

Maria dijo...

Para leer este capitulo me puse séptima sinfonía de Antón Dvorak y la verdad es que me metí mucho en tu relato (será que empiezo a tener manías como el tuerto) jaja.
Dentro de poco ya me veo sumando números de matricula y tardando mucho en tomar decisiones.
Gracias a tu relato me puse la música de Antón y gracias a eso viaje a Praga ciudad en la que nació, mi viaje fue solo en la imaginación, Praga es una ciudad que estoy deseando conocer.
Espero impaciente el próximo capitulo de mi tuerto favorito
Un Saludo
Maria

Joseph Seewool dijo...

Hola, Mario:
El tuerto es un personaje solitario, tímido, introvertido, le cuesta relacionarse. Se he refugiado en los libros y tal vez busca en el delito un sustitutivo de las emociones que no consigue de otra forma.Sí, hay momentos en que fascina, y otros en que da pena. Gracias, abrazos para tí.

Joseph Seewool dijo...

¡María! Te has ambientado totalmente, qué bueno.
Pero no te dejes contagiar por las manías del tuerto, ¿eh?
Y ya he colocado el capítulo nuevo, que como te anticipé, va de tarot. Espero que te guste. Saludos.

-Anna- dijo...

mmm, algunas cosas de este capítulo me hacen pensar que es una bisagra entre lo que ya leí y lo que viene. Ya veré que sucede.
Es interesante esta historia...
Besos!

Joseph Seewool dijo...

Si, Anita, hay episodios que son de transición, pero los considero necesarios para entender el conjunto.