domingo, 27 de enero de 2008

El Tuerto. 43: Consejero delegado.

Después de la conversación con Charlie me fui a la inmobiliaria, a hacer acto de presencia. El jefe, Don Luis Tosco (ya va siendo hora de que diga su nombre) estaba dándole instrucciones a la secretaria, me agarró del brazo y me llevó a su despacho.
-Mire, Peter, aquí tengo su nuevo contrato, en el que se le nombra “jefe de ventas”. Necesito que ponga orden en la cuadrilla de vendedores. Yo no voy a poder ayudarle porque estamos metidos en otros proyectos, vamos a abrir una sucursal en Las Palmas. Mi hermano y mi sobrino se van a hacer cargo.
-Pues enhorabuena, Don Luis.

En ese momento recordé que, pese al rimbombante nombre que ostentaba, “Inmobiliaria Paradise” era en esencia un pequeño negocio familiar. En realidad eran conocidos en el ambiente como “Los Toscos”. Don Luis había sido muy bueno como vendedor, no tanto para dirigir un equipo. Don Antonino, su hermano, tenía buenos contactos en las constructoras y promotoras, por lo que siempre estaba llena la cartera de inmuebles. Los dos tenían fama de honrados, aunque algo lentos de reflejos para adaptarse a los nuevos tiempos. Mario Tosco, el sobrinito, era un joven presumido, fanfarrón, ambicioso y no muy competente. Tuve la sospecha de que él era el impulsor de la nueva sucursal. Seguramente quería volar un poquito por su cuenta, construirse su pequeña satrapía, más bien su corral. Las palabras posteriores de Don Luis me confirmaron la sospecha.

-La verdad es que la cosa va más lejos aún, por eso necesito un socio, alguien como usted. Esto que le voy a contar es para que lo piense con calma y me de su opinión. Mi hermano y mi sobrino quieren hacerse promotores, comprar terrenos a bajo precio, construir y vender. Ya sabe usted que yo no soy muy amigo de cambios, ni de meterme en berenjenales. No estoy para esos trotes, y tampoco lo necesito, tengo lo suficiente para vivir bien, y no tengo hijos a los que dejar ninguna herencia. Para que se lo lleve mi sobrinito, pues que se lo trabaje él. Pero bueno, el caso es que se han empeñado, ya tienen ojeado un terreno en Gran Canaria, al sudoeste, cerca de Puerto de Mogán, primera linea de playa, en una zona de próximo desarrollo turístico. De momento es terreno rústico, y sería muy barato comnprarlo. Mi hermano tiene un contacto en ese ayuntamiento, un concejal, y dice que hay un plan para hacerlo urbanizable. No se...¿Y si nos quedamos con el terreno en las manos y sin poder construir? Además…Habría que sobornar a ese concejal para que impulse la recalificación, y no me gusta meterme en esos líos, si algo sale mal podemos acabar en la cárcel…

-Pues a mi la idea me parece buena, pero ¿bajo qué forma jurídica pretenden operar? Porque, la verdad, “Paradise Comunidad de Bienes” no me parece la más adecuada, por no decir que ya está obsoleta.
-Quieren constituir una sociedad limitada.
-Pues también me parece que se queda pequeña. Piense que si sale adelante la recalificación, para construir habrá que pedir préstamos hipotecarios, o bien dar entrada a inversores de fuera que inyecten capital, y eso con una simple S.L. es difícil de hacer, porque las acciones no se pueden transmitir libremente, sino que hay que ofrecerlas primero a los socios actuales. Es mejor una Sociedad Anónima, eso facilita que pueda entrar un inversor. –Don Luis me escuchaba indeciso, pero atento. – Además, podríamos crear un consejo de administración de la sociedad, para equilibrar la toma de decisiones teniendo en cuenta todos los puntos de vista, sobre todo para que no le arrastren sus parientes por mayoría donde no quiera ir. Y en cuanto a esas negociaciones algo turbias, usted podría quedarse al margen, sin involucrarse. Podríamos designar un Consejero Delegado que sería el brazo ejecutor de las decisiones del Consejo. Ese consejero delegado podría ser…Yo mismo, don Luis. Mire, si le parecen bien estas ideas generales, lo voy a estudiar minuciosamente, y le haré un plan detallado.
-A mi me parece muy bien todo lo que dices, pero a quienes hay que convencer es a mi hermano y mi sobrino.
-Ah, no se preocupe por esos dos, de ellos me encargo yo. Les haremos una propuesta que no podrán rechazar…Ahora vamos a firmar este contrato de jefe de ventas.

12 comentarios:

Quebienmesuenatunombre dijo...

Hola Joseph. Existe eso que llaman espíritu empresarial, que es como un arte, para el que la adopción de decisiones entran dentro de eso que se llama riesgo empresarial. Se puede ganar o se puede perder. Y luego existe ese otro arte, que llevan a cabo determinados profesionales expertos,de gestión y asesoría al espíritu empresarial. Juntas ambas, habilidades, vocaciones, o espíritus artísticos, formaran la sociedad perfecta para llevar a buen fin cualquier empresa. Pero recuerdo un dicho de alguién normálico que decia: "donde no hay ganancia, lo más próximo es la pérdida". Creo que lo decía un alto funcionario, por lo que no habría que hacerle mucho caso, habida cuenta que el funcionario, como casi todo el mundo puede pensar, no arriesga nunca nada, salvo algunos contados casos de delincuencia corrupta, que siempre terminan descubriendose. Un saludo.

Hisae dijo...

Te veo muy puesto en geografía isleña...
(te sigo en silencio)
Más abrazos.

Joseph Seewool dijo...

Hola,Jack! Una nueva foto, veo, esta vez con pinta de "marine" (sin ánimo de ofender)Je,je.
Donde no hay ganancia la pérdida es segura, es la frase que yo conozco. Pues ya veremos lo que pasa en este nuevo frente inmobiliario... Un saludo.

Joseph Seewool dijo...

Hola, Mario! Te echaba de menos. ¿tú cres? Bueno las referencias geográficas son correctas, aunque no muy detalladas ni exhaustivas. Ya me corregirás si adviertes algún error, ¿vale? Abrazos para ti.

Unknown dijo...

Que envidia me dáis. Escribís, escribís y escribís y todo os sale apasionante, yo llevo tres semanas metido en una historia y de cada cinco folios que escribo borro seis. El caso es que en la cabeza la veo nítida, pero no hay manera... que le vamos a hacer, uno llega hasta donde llega. Un abrazo y sigue dándome envidia.

Anónimo dijo...

Ricardo, eso es un bloqueo. Por lo poco que te he leído hasta ahora, escribes muy dignamente. Creo que tienes que soltarte. Tal vez estás siendo demasiado autocrítico o autoexigente. ¿Eres perfeccionista? No se...Déjate de llevar. Lo que importa es tener algo que contar, y tú lo tienes sin duda. Un abrazo para ti, y déjate de envidias, aquí estamos todos para aprender unos de otros y estimularnos mutuamente.

Unknown dijo...

Mil gracias Joseph, no, un millón de gracias y no creo que sea excesivamente perfeccionista, pero tengo pánico y este me tiene bloqueado; es una sensación extraña, no me había pasado antes. Gracias de corazón

Maria dijo...

Joseph voy con retraso jajaja esta semana ando muy liada y apenas tengo tiempo para dejar comentarios, pero que sigo leyendo en silencio ehh

Un beso

Joseph Seewool dijo...

Ricardo: justo lo que te decía, es un bloqueo emocional, NO literario. Solución: dale al botón ese que pone "publicar entrada" y cierra los ojos...

Joseph Seewool dijo...

María, María...¿Con retraso? Eso me suena. Mira que se lo digo a tu entrenador de natación...(je,je, es broma).
Tranquila, mujer. Parece que anda todo el mundo muy estresado esta cuesta de Enero. Un besito.

-Anna- dijo...

Uyyyy pues de los asuntos legales yo no entiendo mucho, lo que sí sé es que eso de comprar terrenos, construír y vender es buen negocio :P
Siempre metido en todo lo que encuentra el tuerto, es muy hiperactivo jeje.
Sigo...
Besos!

Joseph Seewool dijo...

Ya ves, Anita, el tuerto metido en el negocio inmobiliario, se acabará legalizando (no del todo).
Besazo.