martes, 8 de enero de 2008

El tuerto. 37: incógnita desvelada.

Antes de emprender aquel segundo viaje a la península me dio por llamar de nuevo a mi abogado de Londres. Me contó que se había celebrado el juicio contra los tres únicos procesados que estaban a disposición de la justicia. Mattew y Luke habían sido condenados a diez años de prisión cada uno. Philip, en cambio, había sido absuelto por falta de pruebas del delito de falsificación, y condenado únicamente por delito fiscal a una pena de un año con libertad condicional. Parrot y yo estábamos con orden internacional de búsqueda y captura.

Me quedé apabullado por la noticia. Pobre Luke -pensé- diez años en la cárcel. Y al mismo tiempo sobrecogido por que esa condena podía haberme caído a mí. Peor aún –seguí pensando-, esa misma condena podía caerme a mí en cualquier momento, si me cogían. Me estremecí de…miedo, sí, porqué no decirlo. Todos mis temores, manías, obsesiones y angustias resucitaron, con más intensidad si cabe, reavivados por la no menor ansiedad de mi vida presente. Me di cuenta de que había cometido un error al llamar al abogado. Los tipos como yo es mejor que ignoren –si pueden- el pasado.

Pero aún había una noticia no menos impactante.
-Y por cierto –añadió el abogado- tú querías averiguar quién había sido el confidente, ¿verdad?
-Claro, ¿porqué, sabes algo más?
-Pues sí. Después de la celebración del juicio quedan pocas dudas, a mi ninguna en realidad, de que el confidente es…Philip. Viendo la saña con que los policías declararon contra Mattew y sobre todo Luke, detallando indicios incriminatorios, y en cambio cómo actuaban de defensores de Philip, argumentando que su cuantioso patrimonio no demostraba su implicación en este delito. Claro que tuvieron que condenarle por defraudación de impuestos a un añito en libertad condicional, supongo que ese era el pacto…Bueno, ¿qué opinas?
-¿Hay alguna manera de ayudar a Luke?
-Su abogado ya ha presentado apelación, pero no creo que consiga mucho, tal vez que le rebajen un par de años la condena. Eso, y con buen comportamiento, tal vez dentro de cinco años pueda salir.

Esa noche no tuve pesadillas, porque no pude pegar ojo. Me encontraba en un estado de tensión, con el cuello y los músculos agarrotados y el cerebro machacándome, intentando rumiar todas las ideas a la vez. Mal momento para emprender el viaje, justo cuando necesitaba toda mi serenidad y concentración. No, a la mañana siguiente pedí cita urgente con el psiquiatra que me había estado recetando. Me encontraba tan quebrantado que directamente le dije que estaba dispuesto a seguir esa terapia que me había recomendado tiempo atrás. Le conté todos los síntomas actuales. Me recetó, además de los tranquilizantes, un relajante muscular, llamó por teléfono a su colega, el Doctor Merchant, que era quien se encargaría de mi terapia, y directamente me concertó la primera cita para esa misma tarde. Así fue como empecé a ser paciente del doctor Merchant. En aquella primera entrevista le conté, bueno, ya saben, cosas de mi infancia...

Ya bajo los efectos de la maravillosa medicación, pude pensar con claridad y organizar mis prioridades. Se me acumulaba el trabajo. Primero vender la segunda remesa de joyas a Don Federico. Tal vez tratar con él alguno de sus negocios. De regreso tendría que hablar con mi jefe de mi nuevo puesto en la inmobiliaria. Ocuparme del asunto de Plácido. Y…afrontar un viaje de incógnito a Inglaterra para ajustarle las cuentas al chivato de Philip. Sin olvidar que me había propuesto invitar al cine a Rosita. Esa idea me hizo recuperar el optimismo, tal vez fuese una ilusoria compensación, pero era lo más agradable que se me presentaba.
Esta vez, antes de viajar, hablé con Charlie. Le pedí su número de cuenta bancaria para ingresarle directamente su parte desde la península. También le conté la desventura de Luke. Quedamos en que él le enviaría un poco de dinero a la cárcel, sin mencionar mi nombre para nada.
Y así fue como emprendí mi segundo viaje de mercader de joyas…

12 comentarios:

Anónimo dijo...

En este capítulo se transmite algo que todos sabemos y que intentamos no creernos. Se trata de los tratos de la justicia, esos apaños, entre las defensas de las partes, el Ministerio Fiscal, y su señoría. Menos mal que en Londres, el comment lat, o algo así, que significa el derecho no escrito, pudiera tener justificación. Pero me temo que en paises como el nuestro, ese tipo de actos, son más bien de un mercado de ganado. Donde las personas, sean víctimas o asesinos, son engañadas incluso por sus propios defensores. Siempre me he declarado un iustifobilo, pero creo que mi iustifobia es la milesima parte de chica, que si conociese verdaderamente los entresijos de la mal denominada justicia, como servicio público del Estado. Cada vez soy más partidario del ancestral ojo por ojo y diente....En resumen si la justicia con minúscula se dedica a gitanear. Yo me declaro un gitano, y exijo que se aplique la ley del pueblo gitano, para quienes los juicios no son justicia auténtica. Pero esto es sólo una opinión muy personalizada, nada motivada, ni justificada, ni basada en hechos ciertos y comprobables. Sólo por instinto gitano. Je,je. Un saludo. Z.J. (zorro justiciero).

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja. Vaya, tus comentarios gitanos y zorrunos cada vez son más jugosos. De veras que te superas a ti mismo...
Si, existe el "common law" (derecho consuetudinario), pero también existen las Acts, o leyes emanadas de las cámaras legislativas (Comunes y Lores) que definen muchas cosas, entre ellas los diferentes crímenes (homicide Act, road traffic Act, etc...)

Y con tu criterio gitano. ¿qué opinas de la figura del chivato, también llamado confidente? ¿Cual sería la pena a aplicarle según el código caló? Porque imagino que no consideras que esé cumpliendo una función social, delatando a sus compinches...
Un saludo.

Anónimo dijo...

Dificil lo pones. Habría qe consultar a un patriarca del clan, para ver que pena se le aplica al delator. Las sociedades mafiosas, aplican una muerte, consistente en degollar al chivato, sacandole la lengua a modo de corbata por el orificio practicado en la garganta. En otras, simplemente se le corta la lengua. Pero, respecto al clan gitano, existe mucho desconocimiento de sus costumbres por parte de la sociedad. Tal vez, en casos aislados en el que el crimen calienta la sangre, algunos miembros de esta etnia, utilicen simplemente una navaja o arma blanca para acabar con la vida del criminal. Pero, según dicen los mismos integrantes de asociaciones calés, no existe una ley penal gitana, sino una serie de costumbres sociales. Y además un sistema de dirimir pleitos, a modo del arbitraje, que llevan a cabo personas con mucha solvencia dentro del grupo. No sabía que la raza romaní, procecedía de nordeste de la India. Quienes entraron en Europa y España a principios del siglo XV, huyendo de la esclavitud del pueblo Mogol. Fueron perseguidos desde la época de los Reyes Católicos. Incluso en la primera republica española, se les aplicó la ley de vagos y maleantes. Con la dictadura del franquismo fueron igualmente perseguidos. Hasta que la Constitución actual, al reconocer el derecho de igualda, les otorga un trato sin discriminación. Pero, tal vez, su justicia, no exista escrita, sino que la llevan en la sangre, y cuando el crimen esta aún reciente y el espíritu de venganza caliente, puede que se tomen la justicia por su mano. En cualquier caso, su venganza, no va sólo contra un individuo sino contra su familia. Esta era una de las primeras justicias universales. Espero que tu concretes cual es la pena, según esa teorica justicia romaní. Un saludo.

Lady DragonFly dijo...

Mmmmmmmm... me tendrás por aquí, aprendiendo de vosotros.. quizá no pueda participar demasiado.. por ahora.. ;)
Un beso

Anónimo dijo...

Hola, patriarca: nos has ilustrado con profusión. La corbata, el corte de lengua...Eres un erudito en la materia. Sin embargo, hasta la raza gitana se moderniza, y hoy en día no desdeñan las armas de fuego. El único problema de la justicia en caliente es que a veces se ajusticia al que no es. Recuerdo el caso del celador de hospital que golpeó ligeramente con su coche a una niña gitana...Y los padres le tirotearon en el acto. A la niña no le había pasado nada.

Pero me estoy apartando del tema. Hablábamos del chivato. La pena sólo puede ser una, la muerte, lo que está en duda es la forma de ejecución. Supongamos (es sólo una hipótesis) que el tuerto decidiera vengarse. El problema es que en este caso el chivato es un tipo duro, experto en seguridad y artes marciales, y armado. O sea, que intentar apuñalarle descartado. Y por arma de fuego también difícil. Así que me parece que tendrá que renunciar a la venganza, conformarse con lo de "siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo". No se, si se te ocurre algo... Saludos.

Anónimo dijo...

Oh, Lady D.! Un placer tu presencia. Estás en tu casa, lee cuanto quieras y comenta cuando te surja. Un beso para ti.

Anónimo dijo...

joseph. las artes marciales no pueden nada contra los disparos. Y si es más rápido con las armas, sólo cabe el crimen con nocturnidad y alevosía. Uno o dos asesinos a sueldo, apostados vigilandole, y cuando la ocasión sea propicia, zas, fulminado. El tuerto no debe darle la más mínima oportunidad de defensa. pero que se lo cargue ya, antes de que le estiren más de la lengua. Bueno, otra solución es retarle a un duelo en artes marciales, pagando a alguien mejor que él. Tal vez un golpe de esos al estilo del que le propinaron a Bruce Lee, que no mata en el acto, pero que le deje ejecutado en pocas horas. Un saludo.

Anónimo dijo...

Uf, veo que eres de sangre caliente. Hay que refrenarte un poco, je,je. Tranquilo, el juicio en Inglaterra ya se ha celebrado y no hay prisa. El tuerto, además, es un tipo muy frío, y la venganza en este caso sólo puede servirse en ese tipo de plato. Además, dado que el más perjudicado ha sido Luke, debería contar con él.
Se agradecen todas las sugerencias.

Maria dijo...

El Tuerto sabrá lo que tiene que hacer..................creo que le hace falta un poco de natación para relajar sus músculos jajaja

Jolin con la ley gitana y la corbata y esas cosas que yuyu por dios jajaja

Un besazo Joseph

Joseph Seewool dijo...

Que va, el único deporte que practica el tuerto es el lanzamiento de cuchillo (no se si está reconocido como deporte olímpico).

Y eso de la corbata es cosa del amigo Jack "el gitano" (ih-ih-ih) que a este paso se va a ganar otro sobrenombre: Jack el amedrentador.

Besito.

-Anna- dijo...

ajaaaaaaaa, ahora ya no tengo intriga de saber quien era el delator, despues de todo solo se necesitaba un poco de paciencia jeje.
Sigo leyendo...
Besos!!!

Joseph Seewool dijo...

Bueno, Anita, este es un buen momento para responderte a tu comentario: casi nunca existe la certeza y nos tenemos que conformar con una mera probabilidad. Y a menudo, a medida que aumenta nuestra información, pasamos de una certeza más aparente que real, a esa última verdad que es la incertidumbre.